Sonrie, no dejes que nada te impida ser feliz.

Quizás deberías pensar antes de hablar. Quizás debería dejar de cometer esos errores tan tontos, por los que siempre discutimos. Quizás deberías pararte y decidir que quieres hacer con tu vida. Pero quizás, solo quizás entonces te des cuenta de que estoy aquí, de que te quiero, de que siempre estaré a tu lado pase lo que pase, porque no hay nada ni nadie que te vaya a querer tanto como te quise, te quiero y te querré yo. Porque gracias a tus mentiras, a tu odio, a tu recelo, me he echo cada día más y más fuerte, y ahora sé que nadie podrá herirme nunca más, NADIE.